Los hombres son insensibles

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Categoría: Sexualidad

Los hombres son insensibles

Existen infinitas variaciones en la queja constante de la relación de pareja, pero el tema constante es el mismo, en relación a que él es frio o egoísta y no demuestra sus sentimientos, y ella se siente necesitada de afecto, por la ausencia de este, ella no logra excitarse con él, no logra tener orgasmos o quizá se ha dado por vencida y evita tener contacto sexual.

Es común que cuando la comunicación en la sexualidad se va perdiendo, la pareja comienza a buscar culpables, el trabajo, los hijos, el stress, la economía, o finalmente acusarse mutuamente, victimizándose y perpetrando al otro.

Hay que reconocer que los hombres tienen mala difusión, se presentan estudios donde se habla de que el 90 por ciento de los hombres odia a las mujeres o por lo menos es incapaz de amarlas. Dicha teoría le sirve a las mujeres para echarles la culpa de su infelicidad y anorgasmia.

Es importante reconocer y tomar consciencia de que los únicos responsables de su felicidad y de satisfacción sexual, eres tu misma, aunque se nos ha enseñado culturalmente a victimizarnos, y a considerar al hombre como nuestro perpetrador, por lo que los animamos a que cumplan el papel y las mujeres puedan cumplir "satisfactoriamente" con su papel.

Paradójicamente a lo que se nos ha enseñado generacionalmente, la mayoría de los hombres está tan sedientos de amor, como las mujeres, y esto no significa que las mujeres sean masoquistas por el contrario, igualmente buscan el amor, pero se sienten asustadas de tener un hombre amoroso y tocando su lado femenino.

Dentro de la pareja con problemas de comunicación sexual, donde el grave problema es que él es "frio e insensible", existe una mujer que fomenta este comportamiento, ella no es precisamente melosa y amorosa, porque muy en su incosnciente quiere a un hombre con este prototipo.

En el contexto de algunos hombres, mostrar excesivamente su lado tierno y amoroso, es tomado como un sinónimo de debilidad, flaqueza o en el peor de los casos como una característica de homosexualidad, y obviamente quieren evitar ser juzgados como tal por temor al rechazo.

Suele suceder que la negada necesidad del afecto de un hombre adulto, se haya hecho tan grande, que en cuanto se encuentra en la intimidad con su pareja, siente pánico de ser avasallado por la necesidad de sentir amor; la única alternativa para él es entregarse de lleno a la acción y con rapidez: ¡Hacer el coito!

La masculinidad se ha definido por tradición como lo opuesto a la feminidad: los hombres son duros, no blando, fuertes no débiles, racionales no emocionales, y en perspectiva a esta percepción resulta una verdadera lucha interna y social para el hombre, quien día a día busca ser más congruente con sus emociones.

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