¿Eres un tirano contigo?

 

Al hablar de tiranía podemos entender el concepto como la tendencia de un individuo a abusar de su poder, sin respetar los límites, cruel, y con una actitud de superioridad.

En referencia a estas características, se observa que esas actitudes pueden darse en relación a sí mismos, en donde hay un juez interno que enjuicia y dicta un castigo por cada error cometido. Ser estrictos con las emociones acciones y hábitos, va bloqueando la espontaneidad en la persona, enfermando su estabilidad emocional, complicando el manejo del estrés.

El juez interno que esta determinando si nuestras acciones y emociones son correctas, esta formado por todos los aprendizajes adquiridos del "deber ser", es decir todo el conjunto de normas, leyes y patrones, que son correctos para su sistema familiar. La bondad con la que podría premiarse que tus acciones sean asumidas y procesadas como un aprendizaje, puede no estar activada debido a que te encuentras en la incoherencia del castigo, sometimiento y la culpa.

Trabaja en el amor a ti mismo, abrazando tus errores y aprendiendo de ellos.

¿El amor se exige o se recibe?

 

Expresar el amor es diferente a sentir el amor, y existen diversas maneras de hacerlo, cada una muy válida, porque se origina en las particularidades humanas.

Algunas personas expresan que no se sienten amadas por su pareja, familia o amigos, buscando que la expresión del amor del otro cumpla con sus expectativas, generadas de manera personal, el problema es que estas pueden distar mucho de la forma que el otro tiene para manifestar su amor.

Cuando logramos separar nuestras ilusiones de una relación amorosa "perfecta", podemos tener la posibilidad de observar la forma que tiene esa persona de expresar su amor, diferente a la tuya, tan válida también y que te permita entonces decidir aceptar y apreciarlo en su justa dimensión, fuera de expectativas irreales forjadas en contextos imaginarios egoístas.

Estar en coherencia con lo que estas sintiendo y expresando sin esperar que el otro lo exprese de la misma manera que tu, te puede permitir llegar a un estado más elevado en la vivencia del amor, autentico y sin condiciones, limitaciones y prejuicios. También es posible y que el otro no exprese el amor en la forma que nosotros esperamos y que además te sientas lastimado o desvalorizado en esta convivencia y es entonces, el momento en que puedes decidir no tomar esta forma de amar del otro y alejarte, sin pretender forzar las situaciones y coaccionar a la persona para que te exprese sus sentimientos como tu deseas.

El punto medular en la expresión y la recepción del amor, radica en la claridad de que cada individuo es único e irrepetible y por consiguiente cada uno se expresa en el amor de acuerdo a su estructura de la personalidad y a su capacidad para el mismo. La decisión radica en ti, lo tomas tal como es o te alejas para sentirte más a gusto contigo misma...

Quítate la máscara

 

Cuando hablamos de la máscara nos referimos a esa careta que usas habitualmente y que te permite esconder quien eres realmente, esa que en muchas ocasiones ya no puedes quitarte ni diferenciar de tu ser autentico. La mascara que usamos siendo adultos, la adquirimos en el transcurso de la infancia, cuando buscábamos adaptarnos al entorno que nos toco vivir y optamos (de manera consciente o no) por compensar las deficiencias o exigencias que nos impedía actuar en base a nuestra esencia. En el mundo del infante, donde su principal objetivo es ser aceptado y amado, si esto se da solo bajo ciertos condicionamientos, tiene que seguir según los lineamientos que los adultos le indiquen o bien revelarse pero finalmente, va desarrollando ciertos rasgos en su personalidad que ayudaran a disfrazar las emociones que esta enfrentando con tal situación. Estas formas de adaptación que la psique genera, ayudan a manejar el miedo, el dolor emocional, el abandono y desamor de sus padres, entre otros, optando aparentar fortaleza, indolencia, rebeldía patológica, falsedad, condescendencia entre otros que distan de sus verdaderas emociones. Lo importante podría ser profundizar en tus emociones y observar qué estas escondiendo con tu mascara y como se manifiesta la misma.